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PARTE OFICIAL DE RUFINO CARRASCO DEL COMBATE DE TAMBILLO AL SUR DE ATACAMA

(Enviado por Efraín Gutierrez)

Parte oficial detallado del combate de Atacama Escuadrón Francotiradores, Vanguardia de la 5ta. división. Toconao, diciembre de 1879. Al señor jefe superior militar de las fuerzas residentes en la provincia de Lipez Señor: "Consecuente con el tenor de mi último oficio dirigido a us. del punto del Trophichal, continué mi marcha el 27 del próximo pasado, ha- bendo llegado al pueblo de Chiu-chiu el 3 del presente a las 5 de la mañana sin ser sentido por el enemigo, para sorprender las fuerzas que creí se encontraban en ese pueblo, como era de suponer. Mas, una vez posesionado de la plaza, tomé presos a todos los chilenos agentes de las fuerzas de Calama, dictando las medidas más convenientes al caso para no ser sentidos por los invasores que se encontraban fortificados en aquel pueblo, y con la resolución firme de darles un asalto. Su número pasaba de 600 hombres, con las ametralladoras y piezas de artillería, aparte del rotaje, a quien se le hizo un llamamiento general para que tomara las armas. Entre los varios chilenos que venían de Calama, tres debían caer en nuestro poder, lo mismo que los demás, estos inmediatamente de ver a los nuestros, se pusieron en fuga. Perseguidos, fue tomado uno, otro muerto y el último escapó. Aquel fue quien dio aviso que habían fuerzas bolivianas en Chiu-chiu. En el momento se dispusieron los enemigos de Enlama, para atacarnos apoyados en el número triple de fuerzas con que contaban; este acontecimiento hizo variar mi plan de campaña.

El 4, a 2 p.m. salí con el cuerpo de mi mando, con dirección a la capital de Atacama, para atacar la fuerza enemiga que se encontraba guarneciendo esa plaza. Marché, pues, trasnochando hasta llegar al establecimiento de San Bartolo, donde llegué a las 11 a-m. del día 5, después de una marcha forzada; pero de Calama habían dado aviso de ese movimiento y nos esperaban listos para presentar combate. Resolví entonces que descansara la tropa y hacer algunos arreglos.

A las 12 p.m. emprendí mi marcha en son de combate para no ser sorprendido en el trayecto, por alguna emboscada enemiga. Eran las 5 a.m. y me encontraba en el punto de Tambillo, legua y media del pueblo. Un día antes el enemigo había tomado posiciones muy ventajosas y tan luego como descubrieron la vanguardia nuestra que iba delante hicieron una descarga sobre ésta. Inmediatamente dispuse el plan de ataque y que entrara en combate las fuerzas que comandaban los Tenientes Coroneles Moscoso y Patiño . El primero tomó la izquierda y el segundo cargó de frente rompiendo sus fuegos a paso de vencedores hasta desalojar de sus parapetos a los Cazadores del Desierto, que este es el nombre a que pertenecían. Un cuarto de hora fue suficiente para nuestros bizarros jefes y primeros que atacaron arrollándolos y poniéndolos en completa derrota, quedando en nuestro poder 11 prisioneros y varios heridos. Los demás escaparon por estar bien montados. En el acto ordené se reunieran todos los pertrechos de guerra tomados al enemigo que consisten en 18 rifles Winchester con alguna dotación, 14 espadas, 16 caballos, monturas y correajes. Terminado este arreglo, que se hizo con la rapidez de las circunstancias seguí mi marcha al pueblo. Inmediatamente me ocupé de establecer las autoridades y disponer mis fuerzas para resistir cualquier ataque de las fuerzas que se venían de Calama y Caracoles.

De nuestra parte tengo que deplorar la muerte de los valientes Tenientes primeros don Desiderio Alfaro, del Sargento Primero Juan de la Cruz Calera quienes fueron muertos por una descarga al haber avanzado sobre un grupo de los enemigos. El primero tenía cuatro balazos y el segundo tres; un herido, el Subteniente Ernesto Carranza.

Empleando el cálculo militar y estrategia para burlar al enemigo salí a la una p.m. con dirección a este punto, para traer al enemigo que debía llegar a Atacama, de los puntos anteriormente indicados y atacarlo tomando posiciones ventajosas. Hasta este momento que escribo, que son las 4 p.m. no tengo aviso alguno del movimiento enemigo, pero me encuentro siempre dispuesto para cualquier momento y librar combate, siempre que las fuerzas enemigas no sean en número muy superior.

Tengo que recomendar en general a los jefes y oficiales de francotiradores, su abnegación, patriotismo y perseverancia en la cruda y rigurosa campaña en que nos encontramos. Sería largo referir a Ud. minuciosamente las privaciones y penalidades, y estar a cada momento con rifle en mano. Me es sumamente extraño que el señor general Campero y usted, después de haberme encomendado una expedición tan difícil, lanzándome solo con 70 hombres hasta ponen me hasta las ocho leguas, donde se encuentran fuerzas enemigas considerables, no hayan remitido refuerzo para apoyarnos. Nosotros resueltos a sacrificarnos por la patria, no omitimos medio alguno de hacerlo, pero de cualquier fracaso que hubiera en lo sucesivo ustedes y sólo ustedes serán responsables ante el pueblo boliviano. Algo más, no he recibido ni herrajes ni recursos de ninguna clase hasta hoy, ni un oficio en que se me haga conocer los movimientos de la quinta división. Usted debe comunicarme sus órdenes y mandarme recursos por la vía de Quetena porque en último caso por ahí será mi retirada. Con 200 hombres más que usted mande pero que vengan a marchas redobladas, puedo contestar a usted de la toma de Caracoles y últimamente de Enlama, y de este modo estar siempre en posesión de la importante provincia de Atacama, y haber hecho que respiren nuestros hermanos que estaban bajo la presión brutal y estúpida de los invasores. Sería pues muy sensible y doloroso hacer una retirada para que volvieran a ocuparla nuestros enemigos y entonces ejercer las venganzas más salvajes; y tal vez, reducirán a cenizas estos pueblos indefensos. Usted debe comprender, que estando nosotros en posesión de ellos hemos cortado toda clase de recursos al enemigo. Con respecto a forraje, entre Chiu-chiu y Macama pueden mantener 5 00 bestias perfectamente. Con este motivo, tengo el agrado de ofrecer a usted mis consideraciones de respeto. Dios guarde a usted. Rufino Carrasco".

 

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